viernes, 23 de enero de 2015

Origen de la Optometría en Venezuela



En Venezuela, a pesar de que los lentes a nivel mundial comenzaron a tener significación social desde el siglo XIV, éstos se comenzaron a proveer finales del siglo XIX, siendo sus orígenes similares al de otros países. Tal como lo señala Barrientos (1987):


Los orígenes de la Optometría venezolana se remontan al año de 1901, cuando llegó a Maracaibo el optometrista norteamericano William Harry Lobby, quien dotado de un modesto instrumental comenzó a realizar exámenes visuales a domicilio y a suministrar los anteojos correctivos. En sus inicios los lentes eran ofrecidos por buhoneros que iban de pueblo en pueblo pregonando sus ventajas y proveyéndoles a las personas que los necesitaban, asimismo, en algunos almacenes se les conseguían. Generalmente, eran anteojos para leer y estaban montados los cristales en sus respectivas armazones. El cliente se los probaba hasta conseguir con cual “defenderse”. (p. 2)


El autor comenta que estos hechos debieron ocurrir desde finales del siglo pasado y hasta entrando el siglo XX. Posteriormente, se hacía algo de refracción en algunas farmacias, joyerías y quincallerías.


Asimismo, Briceño (1966), explica que en 1901, se presentó en Maracaibo William Lobby, con instrumentos extraños que para los entendidos, consistían en una Caja de Prueba, un retinoscopio y otros accesorios propios para el ejercicio de la Optometría que entonces estaba en su etapa inicial.


También, el autor expone que por casualidad, el Sr. Lobby se alojó en la misma casa de hospedaje donde habitaba el Sr. Manuel Behrens, funcionario de aduana de aquel importante puerto zuliano, dándose la circunstancia de que dicho huésped no tenía muy buenos conocimientos del español, mientras que el aduanero dominaba bastante el inglés, cosa que favoreció, para ambos, las relaciones de amistad.


Igualmente, el autor agrega que en aquellos contactos despertaron en Behrens la curiosidad e interés por la nueva profesión. Gradualmente, fue adquiriendo mayores conocimientos de Optometría por el contacto e intercambio con el Sr. Lobby. Paulatinamente, fue dominando la práctica necesaria para llevar a cabo un examen de refracción y pronto se convirtió en un aplicado auxiliar de Mr. William.


Resulta relevante considerar que el autor explica que buscando mayor campo de acción y por supuesto mayores beneficios a Mr. William se le ocurrió recorrer varias ciudades en giro de tipo profesional y, llevado sin duda por el espíritu aventurero, el joven Manuel Behrens aceptó la proposición que le hiciera de acompañarlo abandonando su puesto por el aleatorio cuyas ganancias pensó sobrepasarían al no muy mal remunerado de aduanero.


Visitaron una tras otra, las ciudades más importantes del país con éxito y ganancias extraordinarias, especialmente para el Sr. Lobby. Cuando este había producido lo suficiente decidió volver a su tierra, en pago y premio de los servicios le dejó a Manuel Behrens como regalo, su Caja de Prueba y todos sus accesorios, además de las direcciones para continuar con los pedidos ya efectuados. Behrens aceptó la alternativa que se le brindaba y se convirtió en uno de los pioneros de la profesión en el país. No sólo se dedicó a recorrer ciudades en busca de pacientes y beneficios ocasionales. Sintió deseos de perfeccionarse y, para ello, viajó a Estados Unidos, permaneciendo allí unos cuatro años practicando y estudiante ampliamente la Optometría hasta lograr doctorarse.

A su regreso, se asocia con la firma Gathmann Hnos., formando el primer Gabinete Óptico de Venezuela, bajo su dirección. Este gabinete contaba con los equipos apropiados y con el más moderno instrumental de la época y le anexó un pequeño laboratorio de montaje; se encontraba ubicado en la esquina de Mercaderes en Caracas, y sirvió de escuela de Optometría a destacados precursores tales como Tarcisio Abreu, Antonio Preziosi, Amador Briceño, Pedro Behrens, Alberto Behrens, Juan Bautista Belisario Aponte y Buenaventura Briceño Belisario.


Posteriormente, se separa e independiza para establecer su propio negocio, esto según consta en la Gaceta Municipal No. 2.212, de fecha 19 de septiembre de 1.918.


En este mismo orden de ideas, Barrientos (1987), narra que a finales de 1929 y comienzos de 1930, llegan a Venezuela algunos Optometristas y Ópticos extranjeros entre ellos Constanzo Vanzina, Cantizani y Lofzang, quienes también contribuyeron a formar el primer grupo de Optometristas del país.


Según consta en la Revista Visión de la Optometría (s/f), en los años treinta existían varios gabinetes en la nación venezolana, en tal sentido, muchos de los Optometristas formados por Manuel Behrens se dirigieron a Estados Unidos para cursar la carrera de Optometría en escuelas universitarias de la especialidad.


Un hecho relevante ocurre el 4 de agosto de 1938, cuando un grupo de Optometristas conformado por egresados de escuelas universitarias del exterior, profesionales extranjeros radicados en el país y algunos formados autodidácticamente, fundaron la Asociación de Optometristas en Venezuela, siendo sus miembros fundadores Luipolt Neigert, José Belloso, Pedro Belisario, Francisco Herrera y Amador Briceño Belisario. De este acontecimiento vale resaltar lo contenido en el ejemplar de la Revista Visión de la Optometría (s/f), donde se explica que:


Entre los objetivos de esta asociación tal como lo dice su acta constitutiva estaba “reunir a los optometristas de reconocida reputación, mejorar las normas de la ciencia óptica y elevar profesionalmente a la optometría, reglamentar el ejercicio de la misma y evitar cualquier comercialización indigna de la profesión y crear una escuela de optometría en nuestra ilustre Universidad Central de Venezuela. (p. 49).


A pesar de lo antes señalado, esta asociación duró pocos años, conformándose otra nuevamente, el 21 de mayo de 1949, cuyo primer presidente fue Buenaventura Briceño Belisario, quien junto con sus colegas organizó el gremio y formaron las bases de la Asociación de Optometristas de Venezuela desde 1949 hasta 1960. Por ello, debe considerarse esta fecha como la superación de las actividades a quienes se dedican en provecho no sólo de los profesionales de la Optometría, sino, primordialmente, en beneficio de la salud pública. Fue la consagración en Venezuela de la profesión con derechos propios y legítimos.


Simultáneamente con la actividad gremial se desarrolla el trabajo profesional y científico, destacando que es en la década de los 40, según lo señalado por la Revista Visión de la Optometría (s/f), los Optometristas Alberto Behrens y Ramón Salazar introducen los lentes de contacto en Venezuela y los comienzan a adaptar, convirtiéndose de esta manera en los pioneros de la contactología en el país.


Dentro de este marco, vale puntualizarse que en la década de los 50 y los 60, el gremio de Optometristas realizaba las gestiones pertinentes para consolidar una Escuela Universitaria de Optometría, así como la normativa de la profesión. En este periodo se dictaron diversos cursos, conferencias, charlas, simposios y otros eventos con el fin de aumentar los conocimientos de los Optometristas.



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